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Las aguas azul turquesa del río Verdon traen un toque del mar Mediterráneo a las montañas de los Alpes del Sur. Desde su nacimiento cerca del Col d'Allos, entre Ubaye y Mercantour, el Verdon corta un surco de 175 km, delimitado por vertiginosos acantilados y dominado por estéticas cumbres. También es el nexo de unión entre los Alpes y la Provenza. ¿Qué mejor manera de confeccionar unas magníficas vacaciones en MTB de travesía? Así que partimos de Barcelonnette o del Col d'Allos para alcanzar el nacimiento del Verdon en apenas unas pedaladas. A continuación, se suceden magníficos y divertidos tramos de montaña, antes de deslizarse por los apacibles pueblos provenzales a medida que pasan los días. Los alerces dejan paso poco a poco a los campos de lavanda... Lo que nunca cambia es el placer de pedalear por un itinerario cuidadosamente elegido, con algunos tramos magníficos por senderos singletrack, ¡el alma de los ciclistas de montaña!
Inicio del itinerario: El encuentro con el equipo de organización es el día 1 a las 9h en la estación SNCF de Manosque. Si lo deseas, podemos reservarte el alojamiento de la noche anterior en Manosque.
Cita por la mañana en Manosque y traslado al Col d'Allos. Nos montaremos en nuestras bicicletas de montaña en la cima del Col d'Allos, en el nacimiento del río Verdon, y comenzaremos la travesía del Verdon. Comenzamos con un tramo en montaña rusa por los pastos de montaña dominados por las cumbres minerales del Mercantour, para luego embarcarnos en un descenso largo, sinuoso y muy juguetón que abandona las zonas de hierba para adentrarse en los bosques de alerces. Llegamos al pueblo de Allos. Volveremos a subir por una pista forestal que atraviesa el corazón del bosque de Vacheresse, antes de precipitarnos al borde del impetuoso torrente Chadoulin, que seguiremos hasta el pueblo de Allos, donde pasaremos la primera noche.
Distancia y desnivel
Salida de Allos en subida, primero por una pequeña carretera asfaltada, luego por una pista. Un bonito camino en balcón, juiciosamente situado entre las crestas de la Autapie y el lecho del Verdon, nos conduce suavemente hacia Colmars, con sus fuertes francés y saboyano, y las callejuelas del pueblo que podemos visitar. Nos dirigimos de nuevo hacia el sur, esta vez por la orilla izquierda del Verdon. El rugido del Verdon se oye desde el sendero, a veces pista, que recorremos. El valle es estrecho y magnífico. Descendemos hasta el borde del Verdon, en el pueblo de Beauvezer. Aunque estemos en nuestro punto más bajo, al borde del agua, seguimos estando a 1.150 metros de altitud. A continuación, subimos por una pequeña carretera asfaltada hasta llegar a nuestra casa rural para pasar la noche. A continuación, iniciamos una bonita vuelta que nos lleva primero al magnífico pueblo abandonado de Peyresq, construido a principios del siglo XIII sobre un afloramiento rocoso. A continuación, un buen descenso, algo técnico, antes de volver a la carretera y regresar a la casa rural. Noche en la casa rural.
Distancia y desnivel
Nos espera una magnífica jornada de BTT gracias a la belleza del terreno que atravesaremos en su totalidad de norte a sur: la Montaña de Maurel. Empezaremos descendiendo hacia el valle y luego, por la mañana, volveremos a ganar altitud por una pequeña carretera y después por una pista forestal, a los pies de la cúpula casi perfecta de Petit Cordeil (1780 m). El sendero no es muy agotador y pronto alcanzamos la zonas « mas abiertas" de esta hermosa montaña. Hemos entrado en el Parque Natural Regional del Alto Verdon. Aquí reina el silencio: zona de pastoreo activo, los pastos de montaña de la Montaña de Maurel invitan a la contemplación. Nuestra ruta nos lleva a la cumbre de esta cadena montañosa, a 1770 m de altitud sobre el cauce del Verdon. ¡Espléndido! Ahora es el momento del descenso, o más bien de los descensos... porque vamos a disfrutar de un primer tramo muy divertido en el bosque, ¡durante el cual todos nuestros sentidos estarán alerta! Descendemos en picado hacia el valle de Issole, antes de reemprender el camino cuesta arriba. El objetivo es encontrar otro bonito y serpenteante descenso que los lugareños conocen a la perfección... ¡aviso a los amantes de las curvas en zetas! Pronto se perfila la etapa del día: a orillas del lago de Castillon, llegamos a Saint André les Alpes. Nos instalamos en nuestra casa rural para pasar la noche.
Distancia y desnivel
El lago artificial de Castillon tiene unos 8 km de largo, entre Saint André les Alpes y Castellane. Muy sensible a la luz, sus aguas pueden ser azul turquesa en un día despejado, o gris azulado oscuro si el tiempo no acompaña. Como siempre con la bicicleta de montaña, nos gusta coger un poco de altura, así que emprendemos un fresco ascenso matinal por una pista forestal hasta alcanzar una altitud de 1300 m, 400 m por encima del nivel del lago. Probablemente divisaremos algunos parapentes despegando de Chalvet, por encima de Saint André les Alpes. Pasamos por las ruinas de la aldea abandonada de Courchons, antes de continuar por un bonito tramo en balcón, luego un descenso muy agradable hasta el lago (posibilidad de bañarse). Un magnífico descenso hasta Castellane, uno de los pueblos más animados de la ruta del Verdon. Mientras disfrutamos de un descanso en una terraza, ¡el día aún no ha terminado! Volvemos a subir hasta la aldea de Chasteuil y sus magníficas casas de piedra. Atravesar una amplia meseta suspendida sobre las gargantas del Verdon nos da la sensación de estar en el fin del mundo... Descendemos en picado hasta el pueblo de Rougon, situado a 930 m de altitud sobre el "Gran Cañón", excavado por las tumultuosas aguas del Verdon. La vista se pierde en la lejanía, hacia el Var. A partir de Rougon, el Verdon serpentea por las impresionantes gargantas que le han dado fama. Atrás queda el torrente de montaña que conocimos al principio de nuestro viaje... Ahora hemos llegado a La Palud Sur Verdon, donde pasaremos la noche.
Distancia y desnivel
Por una vez, calentamos motores con una ida y vuelta por una pequeña carretera asfaltada, para disfrutar de una de las mejores vistas del cañón excavado por el Verdon. El mirador de Trescaire se encuentra a casi 350 metros por encima de las turbulentas aguas del Verdon. Volvemos a La Palud antes de llegar al magnífico pueblecito en ruinas de Châteauneuf les Moustiers: frente al posible agresor y protegido a sus espaldas por los acantilados del Mourre de Chanier (1930 m), el emplazamiento era altamente estratégico y fue elegido por los Moustiers para establecer el señorío de Castellum Novum en el siglo XI. Siguiendo la antigua calzada romana, ganamos altitud hacia el Col des Abbès, encajonado geográficamente entre el Mont Chiran al norte (1905 m) y las crestas del Montdenier al sur (1450 m). A lo lejos, la campiña provenzal: la meseta de Valensole se extiende a lo lejos con sus hectáreas de campos cultivados en un lienzo de colores vivos, según la estación. Regresamos a nuestra casa rural en las colinas de Moutiers Sainte Marie, que visitaremos por la mañana.
Distancia y desnivel
Un despertar estimulante en un sendero bastante exigente hacia uno de los pueblos más bellos de Francia, Moustiers Sainte Marie. Calles estrechas y sinuosas, ambiente medieval, la famosa gruta de Sainte Madeleine, terracitas junto al agua... el pueblo es sencillamente espléndido. Seguro que disfrutamos de un refresco o un café después de callejear por el pueblo. Volvemos a las bicicletas para subir a la meseta de Valensole. Ayer ya había comenzado la transición entre los Alpes y la Provenza. Hoy, damos un paso más con esta magnífica etapa provenzal en la meseta de Valensole que domina el lago de Sainte Croix, la perla del Verdon. Sus aguas turquesas nos invitan a darnos un chapuzón, ¡y no tardaremos en hacerlo! Nos dirigimos al pueblecito de Sainte Croix du Verdon y nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar del lago. Ya no estamos ni a 500 metros de altitud, y las aguas del Verdon ya no tienen la misma temperatura que al principio de nuestro viaje, ¡para nuestro deleite! El resto de la ruta es una auténtica belleza, ya que seguimos el cauce del Verdon pour un camino en balcón, entre el lago de Sainte Croix, las gargantas de Baudinard, Saint Laurent du Verdon y Quinson, con sus estrechas calles provenzales. Nos instalamos en nuestra casa rural para pasar la última noche de esta semana en bicicleta de montaña.
Distancia y desnivel
Tras una corta subida por la mañana, salimos fácilmente de la pequeña cuenca en la que se encuentra el pueblo de Quinson. Después, siguiendo una red de senderos que atraviesan una meseta, continuamos a lo largo del Verdon, que serpentea unos 150 metros por debajo de nosotros hacia las "gargantas bajas". Al llegar a Esparron de Verdon, descubrimos el Lac d'Esparron, un espléndido marco turquesa en un paisaje escarpado. Una vez más, es un buen momento para ponerse el bañador y darse un chapuzón. Después de algunos esfuerzos más en una ruta en montaña rusa (¡pero a la sombra!), volveremos a la bicicleta para llegar a la pequeña ciudad balneario de Gréoux les Bains. Si nos apetece, podemos pasear por las callejuelas de Gréoux, ¡aunque algunas sean un poco empinadas! Una última y corta subida de 150 metros nos lleva a la ciudad provenzal de Manosque, ¡y marca el final de esta Transverdon!
Distancia y desnivel
Fin del itinerario: La separación al final del recorrido es en Manosque a las 15-16h. Si lo deseas, podemos reservarte alojamiento para la noche siguiente en Manosque.
Las distancias y los desniveles son indicativos y pueden variar.
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